jueves, 25 de julio de 2013

Cambio de aires (en casa)

Llega el buen tiempo y lo primero que hacemos es el cambio de armario para adaptar nuestro vestuario a la nueva estación. Tejidos más ligeros, una paleta de colores vivos y vibrantes y accesorios divertidos que dan la bienvenida a jornadas más cálidas y luminosas, en las que el ocio y los momentos de relax, poco a poco, le ganan minutos a la rutina, a las obligaciones y a las responsabilidades.

Fuente: enfemenino
La cuestión es: si cambiamos nuestro armario con la llegada del buen tiempo, ¿por qué no adaptar nuestra casa al clima veraniego? No se trata de hacer una transformación completa, como ocurre en el guardarropa, sino de dar unos pequeños toques a la decoración de la casa que denoten el cambio de biorritmos propios del verano para que la expresión "vacaciones en casa" adquiera un nuevo significado. Y es que aunque la propuesta de hoy es para todos, está especialmente dirigida a los staycations -aquellos que se quedarán en casa este verano- con el ánimo de que las vacaciones en el hogar sean más llevaderas.

Para lograrlo no hace falta hacer un gran desembolso, sólo es necesario un poco de inventiva y de creatividad. Vuestros aliados en esta empresa están en las tiendas económicas de muebles y decoración -y sí, todos estamos pensando en la multinacional sueca-, en los bazares del barrio y en el periodo de rebajas. Además, entre los principios de la decoración low cost debéis tener presentes dos conceptos clave: el reciclaje y el hazlo tú mismo (do it yourself).

Hay muchos proyectos y posibilidades para vestir la casa de verano. Desde almagra32, os damos diez ideas que, juntas o por separado, contribuirán a que logréis ese cambio de aires en vuestra casa.

Fuente: pinterest
1. Un toque de color. La paleta de colores es determinante para transformar una casa y contribuir a los cambios en el estado de ánimo, evocando sensaciones muy concretas a través de la colorterapia. Optad por colores intensos y vibrantes, que transmitan vitalidad, optimismo y energía. El verde esmeralda -color de 2013, según Pantone- es una de las apuestas seguras este año. El coral, el naranja, el amarillo fluorescente, el azul turquesa y el fucsia, son otros de los colores presentes en los muestrarios de este verano. Hay que tener cuidado de no abusar de este tipo de tonos, porque a la larga pueden cansar. Por ello, los interioristas recomiendan usarlos en pequeños detalles y accesorios sobre fondos más neutros para que destaquen más y creen un punto de luz en la estancia. Unas cortinas nuevas, cambiar los cojines del sofá o un jarrón, son algunos ejemplos para conseguir el efecto deseado. Además de los colores lisos, este verano están de moda los estampados, que copian las tendencias del vestuario con el uso de las rayas, las flores, los lunares, el estampado damero y otras combinaciones geométricas, sin olvidar el toque tribal.

2. Juega con los textiles. Ya hemos señalado que unas cortinas o unos cojines nuevos pueden dar vida a una habitación. El uso de los textiles es, quizás, la forma más efectiva y económica de darle un aspecto novedoso a una estancia. Es aconsejable utilizar telas acordes con la estación como el lino, el algodón o el visillo. Si sois mañosos con la máquina de coser, conseguiréis un ahorro extra. Visitad la sección de retales de las tiendas de telas para conseguir el mejor precio y cambiar las cortinas, los cojines y la mantelería de casa. Empezad haciendo cambios por la habitación donde paséis más tiempo y así progresivamente hasta completar toda la vivienda.

Fuente: handa
3. Recicla, reinventa y crea. Insistimos en que el secreto de la decoración low cost está en la inventiva y la creatividad, y eso, en tiempos de crisis, significa hacer uso de dos de las tres erres (recicla, reduce, reutiliza). Para los proyectos de decoración nos quedamos con recicla y reutiliza. Una de las tendencias de los últimos años se basa en hacer tus propios muebles u objetos decorativos a base de objetos reciclados como palés y cajas de madera o de plástico destinadas al transporte de botellas de vino, de fruta o de verdura. Unas pocas herramientas y unos botes de barniz o de pintura bastan para dar una nueva vida a estos objetos en forma de mesas de centro, mesas auxiliares, estanterías o archivadores. Otra posibilidad es reutilizar objetos que ya tenemos en casa y que han quedado en el olvido en el fondo de un armario. Son esos accesorios de decoración que creemos que pasaron de moda, ese souvenir del que nos arrepentimos o ese regalo que no nos gustó, pero no pudimos devolver. Un bote de laca en el color que mejor combine con la estancia, pintamos la pieza y voilá: un objeto de decoración actualizado.

4. Nueva vida para el menaje. Una alacena sin puertas o un estante en el que se alinean tazas, jarras y teteras de colores son un modo sencillo de cambiar el aspecto de la cocina. Si la vajilla y el resto de menaje son en colores claros o neutros, el cambio de look se puede conseguir forrando el mueble con papel adhesivo con un estampado colorido o dándole una capa de pintura a la alacena. Otra idea de los interioristas para esta temporada es utilizar los platos como elemento decorativo como si fueran cuadros o espejos. Si os gusta la idea, la solución más económica y a prueba de roturas, son los platos realizados en melamina -que no pesan ni se rompen- con motivos vegetales y vivos paisajes. Combinad bien los colores y jugad con el tamaño de los platos para conseguir una composición apta para la cocina y para el salón.

Fuente: indulgy
5. Do it yourself (Hazlo tú mismo). Muchas de las ideas expuestas ya remiten a este concepto, pero su importancia le hace merecedor de un apartado propio. La crisis económica y de la reducción de presupuesto en la mayoría de los hogares han puesto a trabajar la inventiva y la destreza de muchos de nosotros. Si antes íbamos directamente a una tienda a comprar lo que queríamos, ahora nos afanamos en hacer las cosas por nosotros mismos con la ayuda de Internet y de los miles de tutoriales que podemos encontrar en la red para customizar, construir y restaurar prácticamente cualquier cosa. Ahorro, aprendizaje y una nueva forma de ocio en un solo gesto.

6. El libro es protagonista. Los amantes de los libros sabemos que estos y las estanterías que los acogen son dos elementos inherentes a la decoración de la casa. Colocar en un sitio destacado las lecturas propicias para el verano, disponer una estantería vertical que rompa con la geometría de una estancia y solucione la falta de espacio en la librería, colocar libros de arte y fotografía en la mesa de centro del salón o disponer nuestros títulos favoritos en los estantes a modo de exposición, son algunos ejemplos del uso decorativo de los libros. Luego, claro está, hay que leerlos.

Fuente: capelladecoracion
7. Pequeños detalles. Un jarrón, una caja de madera, una nueva pantalla para la lámpara, un cuenco con las conchas recogidas en nuestras escapadas a la playa, un móvil de cristales junto a la ventana para crear un juego de luces, un espejo colocado estratégicamente para dar más profundidad a la habitación. La diferencia reside en los pequeños detalles.

8. Galería de arte privada. Los cuadros y los marcos de fotos son otro elemento decorativo básico que puede dar mucho juego en el cambio de una casa. Además de echar mano del álbum familiar, podéis poner en marcha vuestro ingenio y creatividad para componer un collage de imágenes, o enmarcar las postales coleccionadas durante vuestros viajes, la portada de una revista que os guste, las viñetas de un cómic y sí, laminas que reproducen obras de arte. Apostad, ante todo, por el toque personal y jugad con el tamaño y el material de los marcos para romper la geometría de la composición. Una idea apta para todas las dependencias de la casa.

9. Dilo con flores (y con plantas). El verdor de las plantas y el colorido de las flores van de la mano con la llegada del buen tiempo y son un comodín en el cambio veraniego del hogar. Un jarrón con flores colocado estratégicamente en la entrada de casa, en el salón o en una esquina de la mesa de trabajo, dará vida a la habitación. Ni las olas de calor ni el aire acondicionado son amigos de las flores frescas, por lo que la alternativa más sensata (y económica) son las flores artificiales. Si las colocáis en un jarrón transparente, ponedles agua para conseguir un resultado más natural. Y no olvidéis de usar plantas -éstas de verdad- para oxigenar y dar color a vuestra casa. En el balcón, en el salón y en la cocina -con las aromáticas- podéis conseguir un extra en decoración utilizando macetas con texturas y de colores.

Fuente: goodhousekeeping
10. Entre el vinilo y el papel. El verano es la estación más adecuada para pintar la casa porque la pintura seca antes y la ausencia de lluvias evita los problemas de humedad. Podéis cambiar el color de las habitaciones o simplemente dar una capa de pintura blanca para iluminar la estancia. Desde hace unos años, las propuestas en decoración se decantan por la colocación de vinilos en las paredes. Son fáciles de colocar, se pueden reutilizar y son baratos. Además, hay diseños temáticos para utilizarlos en la cocina, el baño, el cuarto de los niños o en las puertas. Y si queréis añadir un plus a la decoración de las paredes, lo último es empapelarlas con papel o telas. Al igual que hemos señalado en el apartado de los colores, en este caso el exceso puede ser un error. Lo recomendable es combinar el papel con la pintura de la habitación y colocar el papel sólo en una de las cuatro paredes. Por ejemplo, en la zona de comedor del salón o a modo de cabecero en el dormitorio.

mrg

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