viernes, 19 de julio de 2013

Diversión para los pequeños (sin salir de casa)

Continuamos con la segunda parte de las propuestas para la agenda de los pequeños durante las vacaciones de verano. Si hace unos días, sentamos las bases para divertirse en la ciudad por muy poco dinero, hoy es el turno de las actividades que podemos hacer sin salir de casa. Nuestro objetivo es, una vez más, aunar diversión y aprendizaje con diez propuestas para realizar en familia o con grupos de amigos. ¡Empezamos!


Fuente: danielfrost.co.uk
Acampada en el salón. Si no podéis ir a la montaña, traeros la montaña a casa. Montad la tienda de campaña en el salón o cread una estructura con la mesa, las sillas y unas sábanas. Equiparos con comida propia de acampada, linternas y un CD con sonidos nocturnos de la naturaleza. Apagad las luces y que empiece la diversión. No pueden faltar las historias de miedo.

Fiesta de pijamas. Una variante de la acampada en el salón. Podéis poneros de acuerdo con las familias de los amigos de vuestros hijos para organizar varias fiestas de pijamas en diferentes casas a lo largo del verano, y así los padres -y los abuelos- contarán con una noche sólo para ellos. Las fiestas de pijamas se pueden organizar de diferentes formas, desde el formato clásico -colchones en el suelo, chucherías y pelea de almohadas- a propuestas temáticas con acampada en el jardín o en la azotea -en el caso de viviendas unifamiliares-, noche de películas, gymkhana nocturna y así un largo etcétera.

Fuente: skinnymom / themoonblushbaker /
foodepix / pinterest - Montaje: mrg
Aprendices de minichefs. Aprovechad el verano para introducir a los pequeños en el arte de la cocina. Es una actividad divertida y entretenida, que fomenta su creatividad y su independencia. Además de en verano, es perfecta cuando la climatología u otras circunstancias nos impiden encontrar propuestas de ocio fuera de casa durante el resto del año. Hay un amplio catálogo de recetas para niños, pero con los minichefs, la apuesta segura está en la repostería: polos caseros, brochetas de fruta, galletas, decorar cupcakes o elaborar helados caseros, constituyen un buen punto de partida. Una vez preparado el banquete, compartid vuestras creaciones en una merienda especial con familiares y amigos.

Espíritu artístico. En la misma línea que la cocina, las manualidades es otra de las actividades más atractivas para los pequeños. No es necesario que los papás seáis muy mañosos, pues en Internet encontrareis muchas referencias, webs y tutoriales para guiar a vuestros pequeños en suscreaciones. No olvidéis adaptar las manualidades en función de la edad de los niños, de los recursos que tenéis en casa y del presupuesto disponible para comprar materiales. Entre los diferentes proyectos a emprender destacamos hacer figuritas de Origami; confeccionar un collage con cartulinas de colores, fotografías o recortes de revistas; hacer un sello de patata, pintar piedras, crear tu propia camiseta tie-dye, hacer diseños con sal coloreada o pintar pasta de colores para hacer collares y otros elementos decorativos.

Fuente: artesaniokokokokids / charhadas - Montaje: mrg

Club de lectura. Es muy importante que los niños no pierdan el hábito de lectura durante el verano, ya que lejos de la obligación de la escuela no son pocos los que dejan de lado los libros durante estos meses. Un buen medio para animarlos a leer es crear un club de lectura familiar. Seleccionad varios títulos que podáis leer todos juntos y reservar unas cuantas tardes para conversar sobre las lecturas. No olvidéis que en las bibliotecas públicas tenéis a vuestra disposición cientos de libros gratis.

Fuente: mamiteayudo
Water Party. Una solución refrescante para los días más calurosos. Pistolas y globos de agua, manguera, regaderas, cubos y aspersores son las herramientas esenciales para preparar una batalla de agua. Eso sí, sólo apta para casas con patio, jardín o azotea, en viviendas unifamiliares o en comunidades de vecinos muy comprensivas.

Un jardín particular. Es la cara B de la actividad en el huerto urbano que os planteamos en la primera parte de este post. Plantar flores en las jardineras de la terraza o empezar una colección de plantas aromáticas para abastecer la cocina, son dos ejemplos para iniciar a los niños en la jardinería. Además de sus posibilidades didácticas, os sugerimos que los pequeños se hagan cargo del riego de las plantas para enseñarles a ser responsables.

Juegos reunidos. Puzzles, cartas y juegos de mesa son grandes aliados para llenar las largas sobremesas de verano, especialmente cuando el sofocante calor te impide poner un pie en la calle. Aprovecharlos para pasar un tiempo de calidad en familia y evitad, en la medida de lo posible, tirar de ordenador y de videoconsolas para entreteneros. Hay otras formas de divertirse.

Fuente: colostate
Día de la Ciencia. Los experimentos caseros son un buen modo de despertar el interés por la ciencia en los niños. La clave para captar su atención está en plantear las actividades sin que estas parezcan una prolongación de las horas en la escuela. Prácticas químicas en la cocina, juegos de luces, experimentos meteorológicos en la terraza o enigmas matemáticos, son algunas de las propuestas que podéis encontrar aquí.

La vuelta al mundo, desde casa. A la acampada casera sumamos una propuesta de viaje sin movernos de casa. Gracias a Internet y a los recursos que podemos encontrar en las bibliotecas públicas, tenéis la posibilidad de crear un recorrido por cualquier país del mundo a través de su geografía, su idioma, sus obras de arte, su literatura o su cocina, elaborando sus platos típicos en casa. Solo queda que los niños escojan el destino.

Para terminar, una última recomendación. Animad a los pequeños, vosotros podéis ayudarles, a llevar un diario donde apunten todo lo que han hecho este verano, con detalles de las actividades, imágenes e impresiones. Así, cuando llegue la vuelta a la rutina escolar podrán mirar atrás y ver lo bien que han aprovechado las vacaciones. 
mrg

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